11 meses
Pues a punto de cumplir los 11 meses, el peque está tremendo… en todos los sentidos.
Sigue creciendo un montón, aunque ya se va notando que ahora cada vez va más despacito (¡aun recuerdo las primeras semanas en las que se engordaba casi medio kilo por semana!). Está grandote, y sigue en la normalidad de los percentiles, siguiendo su rayita, aunque en la última revisión nos dijeron que había bajado el percentil de peso y subido en el de altura.
Sigue comiendo bastante bien, y todo lo que le damos a probar le gusta. Ahora como ya puede comer muchas más cosas disfruta comiendo de nuestro plato y probando todo lo que comemos nosotros, aunque si ve su plato de papilla se vuelve loco también.
Justo estos días le están saliendo más dientes ¡y ya llevamos 5 arriba y sólo 2 abajo!. La verdad es que me encanta esa sonrisa de pillo que tiene con sus dos dientes de abajo, pero ¡ya es hora de que salgan más dientes ahí!.
Las noches siguen siendo duras… se despierta cada 2 horas aproximadamente, toma teta y se vuelve a dormir. A la hora de dormirlo por la noche y en la siesta cada vez lo pasamos peor. No es capaz de relajarse con nada, y salta y se revuelve hasta que cae rendido. Aunque se esté muriendo de sueño sigue intentando trepar, saltar de la cuna, escalar por encima de nosotros…
Por las tardes salimos al parque. ¡Le encanta subir al tobogán!. Sí, sí, subir… Lo de bajar todavía no le emociona, pero subir … ¡eso sí que es divertido!. Unas veces por la escalera, que ya sabe subir solo, y otras por la rampa, por la que repta a gatas a una velocidad de vértigo. Una vez, y otra vez… así durante más de 2 horas, todas las tardes. Se junta con niños de 4 y 5 años y no pierde el turno ni una sola vez, aunque él haga a gatas el recorrido desde la rampa a la escalera.
Yo, que soy muy ilusa por lo visto, cuando lo vi hacer eso en plan salvaje pensé que esa era la solución para agotarlo y que por la noche durmiéramos todos mejor. ¡Pero qué va!, con ese entrenamiento lo único que hemos conseguido es que se vuelva más fuerte y sea capaz de hacer cada vez más el bruto.
Le encanta jugar con otros niños, y siempre que llega uno nuevo al parque va directo gateando a toda velocidad para saludarlo (e intentar agitarlo, que es su forma de mostrarle su alegría).
Y los «guau-guau» y los «cua-cua» ¡cómo disfruta cuando damos un paseo señalando a todos los animales que ve!.
Su lenguaje sigue siendo de apenas 3 ó 4 palabras. Pero lo que sí que es curioso es la entonación. Aunque las sílabas que salen de su boca sigan siendo limitadas, es capaz de repetir la entonación perfectamente. Y así vemos que es diferente el «ta-ta» de «ya está», el «ta-ta» de su tata (su prima), el «ta-ta» de… bueno, en realidad, casi todo es «ta-ta», pero eso sí, con su correspondiente entonación.
Hemos probado a bañarle en la piscina, pero de momento no lo ve claro del todo. La piscinita pequeña eso ya es otra cosa ¡qué divertido es salpicar mientras grita «agua-agua»!
Otro mes pasa rápido… y ya esperamos al siguiente. Nos hace mucha ilusión tu primer cumple, y lo celebraremos todos junto con el de tu prima que ella hará 2 añitos un día antes que tu. ¡Pero eso ya será el mes que viene!