Aquí empezó todo

Aquí es cuando empezó todo: Día 3 de diciembre, 7 de la mañana, ojos llenos de legañas, intentando hacer pipí en un palito de plástico, y con los nervios a flor de piel. Según las instrucciones la prueba tarda 2 minutos en dar el resultado. Los segundos pasan despacio… ¡nunca 2 minutos habían sido tan largos!

Un par de días antes, justo cuando me tenía que venir la regla, había notado un pequeño sangrado, apenas unas gotitas. Decepcionada, otra vez, me puse una compresa. Otro mes lo habíamos intentado y otro mes pasaba sin lograr el deseado embarazo. Pensamientos estúpidos de «a este paso se me va a pasar el arroz» y de «¿cómo puede ser que cualquier golfa se quede embarazada una noche del primer tío que pilla y nosotros estamos venga a poner todo de nuestra parte y no hay manera?».
Pero al día siguiente ya no hubo más sangre. Ni al otro. Los nervios vuelven, porque recuerdo algo que leí del sangrado de implantación que me recuerda esta situación. Después de leer cientos de páginas de Internet, foros y blogs, llegué a la conclusión de que podía ser. Esas gotitas de sangre marroncitas podían ser el cigoto implantándose en el útero, más o menos coincidía. Al día siguiente llega mi marido que estaba de viaje y le  cuento lo que ha pasado y le pido que busque por Internet páginas que hablen del sangrado de implantación. Él llega a la conclusión de que es posible que sea. Decidimos que aun tenemos que esperar dos o tres días para que la prueba de embarazo sea capaz de detectar el embarazo. Pero la incertidumbre está ahí y a la mañana siguiente ya no aguanto más. Después de dar mil vueltas en la cama decido adelantar la prueba…

Mientras recuerdo esto, el reloj casi ha llegado a los 2 minutos, y … parece que se intuye una segunda línea, pero … no está totalmente marcada. Es bastante leve, pero sí, está ahí. Miro y remiro la prueba. Una y otra vez… Sí, yo creo que sí… Momentos de incredibilidad, de miedo, de pensar mil cosas. No es tan oscura pero está… ¡positivazo!

Me abalanzo sobre mi marido que sigue durmiendo y le doy la noticia, que recibe contento pero sin poder abrir los ojos del todo. ¿No podías esperar a que me despierte para decírmelo? – ¿Pero cómo voy a esperar para darte este notición?. De verdad, que no entiendo cómo puede ser tan tranquilo…

Aquí empieza esta historia. Empieza la cuenta atrás. Empieza un camino de dudas, de miedos, de ilusión… un camino duro pero excitante.

También te podría gustar...

2 Respuestas

  1. María José dice:

    ¡Hola Silvia! He llegado a tu blog precisamente buscando listas de cosas que ir comprando antes del parto y creo que esta es la más completa y útil que he encontrado. Ya he aprovechado para leer otras entradas del blog y me parece muy bueno. ¡Enhorabuena!
    Bueno, yo estoy de 30 semanas y también soy mamá primeriza, así que me gustaría hacerte algunas preguntas sobre el tema este de las compras, que me tiene un poco estresada.
    Ya desde la experiencia, ¿qué cosas de la lista no llegaste a usar y cuáles que no están necesitaste más tarde?.
    Mi bebé nacerá a mediados de junio y no sé si comprarle ya ropa de verano o algo más abrigado. ¿Alguna recomendación?
    Y sobre las cantidades, ¿cuántos bodies y pijamas recomiendas tener para el primer mes? A mí ya me han regalado algunas cositas, así que tengo 6 bodies de manga corta y 4 pijamas (talla 1). No sé si será suficiente, porque tampoco quiero acumular mucha ropa que enseguida se queda pequeña.
    Espero no haberme extendido demasiado. Gracias de antemano y, de nuevo, felicitaciones por este blog y por tu hermoso bebé.

  2. Hola María José y enhorabuena por el embarazo ¡no te falta nada!
    Respecto a lo de las cosas de la lista, creo que depende mucho de cada uno. Hay bastantes cosas que yo no llegué a utilizar (a ver si saco un rato y actualizo esa entrada con lo que usé). De todos modos, hablando con otras mamás me he dado cuenta de que cosas que yo no he usado para ellas eran imprescindibles y al revés, así que va por gustos.
    Nuestro peque nació el agosto, y lo llevamos al principio con bodies, y como mucho un pijama fino de algodón, y por la noche lo arropábamos con una mantita suave.
    Los de la talla 0 no los llegamos a usar más que un par de días, enseguida pasamos a la talla 1-2 meses, que llevamos un poco más pero también se quedaron enanos enseguida.
    Yo creo que tienes suficiente ropa, pero depende… de cómo la laves (en el momento a mano o te esperas a la lavadora) y de otras cuestiones que ya irás viendo (mi peque empezó a vomitar mucho a los pocos días y tuvimos que comprar bodies casi a granel…). De todos modos, te regalarán un montón más, así que lo mejor es que esperes, que con la que tienes te apañas al principio, y según como vengan las cosas ya valoras si necesitas más…
    Un saludo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *