Cómo es el dolor en el parto

Cuando estamos embarazadas, sobre todo si es la primera vez, no paramos de pensar en cómo será todo lo que viene: el parto, los primeros días de vida del bebé, el resto del embarazo.

Un halo de bendita ignorancia nos rodea. Todo es nuevo. Parece que de repente estamos descubriendo cosas nuevas durante esta etapa de nuestra vida. Todo se acelera, y de repente nos sentimos ignorantes, rodeadas de un universo de cositas de bebé que no sabemos ni siquiera para qué sirven.

Y una de las dudas más frecuentes es respecto al momento del parto ¿cómo será? ¿lo llevaré bien? ¿será muy largo? y… al final ¿me dolerá?.

Una sensación diferente para cada mujer y para cada parto

Lo primero que debemos saber es que cada mujer experimenta el dolor de una forma diferente. Cada una percibimos el dolor de una forma distinta, y por eso no debemos quedarnos sólo con lo que nos cuentan otras mujeres a nuestro alrededor. Eso no tiene por qué parecerse ni remotamente a lo que nosotras sentiremos en el día de nuestro parto.

Tampoco nos sirven, en el caso de no ser primerizas, las experiencias de partos anteriores. Tal vez en el siguiente parto todo sea diferente. La misma mujer puede tener sensaciones diferentes en cada uno de los partos. No nos sirve de referencia saber que tuvimos mucho o muy poco dolor en un parto anterior, porque las circunstancias y la percepción personal cambian de una vez a la siguiente.

El cuerpo está preparado

Lo primero que debes saber es que el cuerpo está preparado en el momento del parto para afrontarlo.
Ese dolor en condiciones normales sería muy intenso, pero justo en el parto el cuerpo tiene un torrente de hormonas circulando a toda velocidad que hacen que se pueda llevar.

¿Cuánto duele el parto?

El parto duele. Quizás no tanto como puedas pensar, quizás más. Pero se puede llevar, sobre todo con ayudas. Estamos preparadas para ello.

Lo peor es durante la dilatación. Son muchas horas en las que sentirás dolor. Cuanto más larga peor. Hay mujeres que dilatan en apenas unas pocas horas casi sin enterarse hasta que está muy avanzado y otras que tienen partos de muchas horas. Por eso es recomendable que llegues descansada, no sabemos cuánto tiempo tienes por delante.

Al principio, justo cuando comiences a ponerte de parto, irás notando las contracciones pequeñas. Se sienten pero no duelen. Poco a poco van sintiéndose más fuertes, hasta que comienzan a ser dolorosas.
Suelen durar alrededor de un minuto cada contracción, al principio algo menos. Al principio vendrán cada 10 minutos, luego cada 7, cada 5, … hasta el momento del parto que serán cada minuto o así. Entre una contracción y la siguiente no suele doler, por lo que tienes un tiempo entre una y otra para recuperarte y descansar un poco.

En cada contracción se nota como una sacudida a todo el cuerpo. Es un dolor difícil de describir. Piensa en cuando te das un mal golpe en el codo. Pues sería algo así. El problema no es el dolor (que así de forma aislada se puede llevar). El problema son las repeticiones. Piensa en cómo te sentirías si te das en el codo cada dos minutos durante 8 horas, y sabiendo que te vas a volver a dar una y otra vez. Pues eso … Lo mejor es estar calmada, sin pensar demasiado, dejándote llevar. Así se pasa mucho mejor. En mi caso recuerdo que el dolor tampoco lo sentía tan intenso como lo imaginaba, era algo que llevaba bien, pero sin embargo me temblaban un poco las piernas, y eso de notar el cuerpo descontrolado me asustaba un poco.

Aunque puede parecer que el momento del expulsivo será el que más duele, no es cierto en muchos casos. Casi siempre lo peor es la dilatación. Son muchas horas si es el primer parto. Durante el expulsivo la mujer está activa, haciendo fuerza, y eso hace que se lleve mejor. Te concentras en pujar en vez de en pensar si duele o no duele. En cambio en la dilatación estás muchas horas esperando, sin poder hacer nada más que esperar (y desesperar).

Si optas por la anestesia epidural, te la podrán poner cuando lleves unos 3 ó 4 centímetros de dilatación. Una vez que te la ponen, si funciona bien, dejas de sentir dolor intenso, y no notas más que pequeñas sensaciones raras, pero no dolorosas. El problema es que tienes que llegar a esos 3 ó 4 centímetros de dilatación antes, y eso requiere pasar un tiempo de contracciones fuertes sin ayudas.

Mi experiencia personal es que no duele tanto como nos hacen creer. Está muy mitificado. El dolor del parto es llevable, más aun con ayudas. Estamos preparadas, y lo mejor es llegar tranquilas. Otras cosas habremos pasado en esta vida que duelen más, pero la mitificación del parto y el desconocimiento hacen que nos planteemos el parto como algo doloroso en vez de como una experiencia vital que nos va a marcar.

¿Cómo se siente la anestesia epidural?

No tiene nada que ver un parto con una anestesia epidural bien puesta que otro sin ella.
Una vez que te ponen la epidural, si está bien puesta, no sentirás nada de dolor. Sólo las sensaciones del parto. Podrás centrarte en disfrutar. Se nota que viene la contracción porque sientes la tripa dura, pero nada más. Por supuesto, que aunque tengas la epidural no es como para estar relajada, el cuerpo sigue trabajando, pero la sensación es agradable.

Alguna vez en mitad del parto la anestesia deja de funcionar parcialmente (vuelves a sentir algo de dolor, quizá no tan intenso como antes, pero algo más). Por eso siempre suele haber un anestesista cerca, que puede volver a inyectar más anestesia si lo ve oportuno (si queda poco parto tal vez intenten llegar al final con la dosis que ya llevas). En muchos casos va por lados (te duele en uno de los lados y en el otro no), de este modo, aunque se nota algo de dolor, es mucho más llevable.

Además de la epidural, en algunos sitios ofrecen otras técnicas para mitigar el dolor.

Unos consejos:

  • Intenta llegar descansada al día del parto. Ahí estará parte del éxito, ya que si consigues llegar en buenas condiciones notarás menos el dolor, serás capaz de llevarlo mejor y te sentirás con más fuerzas para conseguir que termine antes.
  • Cuando te pongas de parto come sólo si tienes ganas. Si no te apetece nada no te fuerces, porque puede ser peor comer sin ganas (a algunas chicas les entran ganas de vomitar si han comido a la fuerza).
  • Déjate ayudar. Las anestesias, los métodos de relajación, los sistemas para mitigar el dolor… realmente funcionan. Y están a nuestro alcance, para que los utilicemos si nos hacen falta. El parto no tiene por qué ser una experiencia traumática teniendo a mano estas ayudas.
  • Muévete, colabora. Es recomendable (si te dejan), que te muevas durante la dilatación. Eso acelera las cosas (y disminuye el tiempo de pasarlo mal). Intenta andar un poco, sentarte en el balón de pilates,…
  • Rodéate de gente positiva. En el paritorio te dejarán pasar con una persona, normalmente tu pareja. Él tiene que ir concienciado de su papel, que no es otro más que ayudarte.
  • No tomes papel de víctima. Estás viviendo un momento único, así que aprovéchalo y deja de quejarte. Sí, duele, pero si no paras de quejarte será peor, ya que el dolor depende mucho de los pensamientos que tengamos. Intenta ser positiva, piensa que ¡queda muy poco para ver a tu deseado bebé!.

Entradas relacionadas: Mi parto

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *