En el segundo embarazo la tripa se nota más y antes
Sí, no hay duda, en el segundo embarazo la tripa se nota muchíiiisimo antes.
Lo certifico.
Apenas estoy de 15 semanas y ya tengo una tripa con la que no cabe ninguna duda de que estoy embarazada. Mi tripa va como unas 3 semanas por delante de lo que iba en el primer embarazo.
¿Y por qué? pues porque en el segundo embarazo ya está todo dado de sí. Los músculos abdominales ya se han estirado anteriormente hasta el infinito y más allá, la piel está algo más dada de sí, … todo se coloca en su posición antes de tiempo. No es que el bebé sea más grande, es que el camino ya está hecho desde el primer embarazo.
En esta ocasión las estrías acechan más que nunca. En el otro apenas me llevé una mínima marca encima del ombligo, pero ahora creo que no hay escapatoria, por mucho que embadurne con crema con olor a cacahuete rancio varias veces al día.
En la foto podéis ver la pedazo de tripa que se me ha puesto con 15 semanas. ¡Horror! ¿qué va a ser de mí cuando llegue la semana 39? ¿esta progresión seguirá así hasta el final?
Y esto hace que, aun estando de tan poquito, la gente por la calle ya me pregunte si espero niño o niña. Y que el anuncio del embarazo se haya adelantado a todos los amigos y conocidos, especialmente a esas amigas y tías que no dejan pasar una y a las pocas semanas de quedarme embarazada ya me miraban la tripa de reojo imaginándose el pastel.
El momento peor vino cuando tuve que ir a firmar un contrato para un curso que voy a impartir este mes. Siendo que allí sólo me contratan de forma temporal, un par de veces al año, y que sólo iba a estar este mes con ellos, decidí no decir nada del embarazo. Total, no tengo nada claro que les molara tener a una profe embarazada, y siendo que yo pensaba (ilusa de mí) que total no se iban a dar cuenta, pues decidí pasar de hacer anuncios no solicitados. Fui allí con mi ropa bien ancha y firmé sin más. Paso de dar explicaciones a quien tiene ciertas ideas retrógradas.
Así que aquí estoy,… con ropa un par de tallas más grandes, todo amplio y escrupulosamente medido, hasta que pasen al menos unos días y vean que esto no supone ningún problema para hacer mi trabajo igual de bien. Es una pena tener que andar así, pero bueno, ya se sabe cómo es la mentalidad de este país…
En el resto de sitios… pues es fenomenal. Me encanta ir luciendo la tripita, sobre todo en estas semanas en las que todavía no me he hinchado demasiado.
Incluso unas pocas veces me ha parecido notarle ya cómo se movía un poco, muy muy despacito… aunque no sé si son las ganas de sentirlo o si realmente ya lo noto de verdad.
Una misma mujer, un embarazo… pero parece que todo cambia. ¡Van a tener razón los que dicen que no hay dos embarazos iguales.!