Enamorados del peque :D
Aprovecho un ratito corto entre siestorro y siestorro del peque para poner al día el blog, aunque han sido unos días tan intensos que voy a necesitar un montón de entradas para contarlo todo al detalle.
Han sido días duros, muy duros, de los que apenas nos hemos recuperado aun, pero ahora nos basta con una mueca de sonrisa del chiquitín para sentirnos ¡felices!
Comenzamos con nocturnidad y alevosía. Rotura de bolsa a las 3 de la mañana, visita al hospital a las 4, ¡muy verde!, a casa otra vez, al hospital a las 11 con contracciones suaves, parece que me mueve pero sigue muy verde, a casa otra vez, al hospital a las 4 con el tema ya apurando mucho, ya parto pero aun faltaba aunque me quedo ya ingresada. Un parto con un par de ratitos durillos, que terminó a las 9 de la noche. Antes del parto estaba convencida de intentar aguantar sin epidural (aunque sin cerrarme puertas), pero ¡bendita epidural!. Mucha oxitocina que aceleró el tema en el momento clave y logró esquivar la amenaza de terminar con cesárea en un momento en el que le bajaban las pulsaciones al peque. Un expulsivo bastante bueno y rápido, que viví intensamente y dándolo todo. Bueno, el tema del parto lo quiero contar con detalles, pero diré que salí muy satisfecha, contenta de cómo había ido y super feliz de ver a mi peque por fin ¡tan guapo!. Es un trocito de cielo. Se te olvida todo lo que has pasado en el momento de verle.
Perooo…. después de la euforia de haber pasado el parto y tenerlo «todo hecho»… llegó el día siguiente y ooh-ooh ¡no me podía levantar de la cama! Un dolor de cabeza realmente horrible no me permitía incorporarme. Enseguida nos dimos cuenta de que eso no era normal. Un dolor demasiado intenso, que primero achacamos a que alguna de las contracturas que me salieron en la espalda presionaban algún nervio, luego a un mal pinchazo con la epidural, luego a… Una ristra de médicos de diferentes áreas y pruebas, remedios y fármacos que decían que iban a surtir efecto casi de inmediato pero que al aplicarlos no hacían nada… y los días que pasaban. Al final en un TAC encontraron una inflamación en el cerebro, que no se sabe muy bien por qué me había salido (aunque había sospechas sobre un exceso de goteros que no tolerara bien o sobre el desorden hormonal que no volvió a su lugar tras el parto). El caso es que después de 9 días ingresados (y desesperados) por fin hemos vuelto a casa casi casi recuperados del todo 😀 Todo el personal médico se ha portado genial con nosotros, ¡bien por la sanidad pública y por estos magníficos profesionales!
La vuelta a casa ha sido fantástica. El peque apenas nos deja dormir algo, pero por lo menos estamos bastante tranquilillos, y cada vez nos vamos conociendo mejor y adaptándonos a sus necesidades. Es cuestión de tiempo.
La lactancia materna está siendo dura. También creo que es parte consecuencia del maremoto de los días de hospital. Poco a poco le estoy cogiendo la marcha, aunque reconozco que nunca pensé que fuera taaaan complicado y que todo llegara a ser tan difícil. Debería ser algo natural y fácil y realmente no lo es, en mi caso al menos. Confieso que si no fuera por lo convencida que estaba inicialmente con el tema y por el tema de salud del peque lo hubiera dejado ya hace tiempo. Me alegro de haber leído tanto y haber estado tan dispuesta desde el primer momento, hubiera sido imposible de cualquier otro modo. Ahora espero que todo empiece a volverse más sencillo, es cuestión de aguantar el primer empujón de los primeros días. Ir notando mejorías cada día, aunque sean pequeñas, me hace ser optimista y pensar que si aguanto unos poquitos días más la cosa se va a volver sencilla y natural, como debe ser.
Y me dejo para lo último lo mejor 😀 El peque ¡¡¡¡aaaayyyy el peque!!! Es taaaaaan guapo. No es porque sea su mamá, pero me parece el bebé más guapo del mundo. Tan chiquitín y tan perfecto. Se porta bastante bien, duerme mucho y, aunque tenemos peleas hasta que come, cuando está bien comido ni se le oye. Sólo quiere estar con sus papás, en brazos o en la cama con nosotros. Perdió bastante peso los días de hospital, pero lleva ahora unos días de ganar unos 100 gramos al día, así que se ha repuesto completamente y está sacando unos mofletes que ¡¡¡aaaayyyyy qué mofletes!!!
Os dejo, que me voy a babear un poco mientras le veo dormir ¡angelito!
FELICIDADES!!
Ya nos irás contando cuando te estabilices 😉
Yo aún estoy a la espera 😛
¡Qué alegríaaaaa! ¡Muchísimas felicidades! Mira que me he acordado un montón de veces.
Aunque lamento que hayas tenido tanto jaleo después del parto. Pero bueno, ¡el peque ya está con vosotros! Todo se irá equilibrando poco a poco.
¡Un besote enorme para ti y para la pequeña hermosura!