La lactancia y la sociedad
Esta es la semana Mundial de la Lactancia Materna. Algo hay que decir para celebrar esta semana… Leyendo los comentarios en entradas de otras blogueras (por ejemplo este de Madre Reciente) nos damos cuenta de lo mal que está el asunto.
Y es que, según mi experiencia, la lactancia no está apoyada ni reconocida socialmente. Hay un largo camino por recorrer.
Así que, a todos aquellos a los que les parece mal que amamante en público, les quiero dejar unas cuantas aclaraciones. Ya sé que ellos no las leerán, pero por lo menos, ahí va el granito de arena.
Un bebé pequeño come cada poco rato:
Sí, un bebé pequeñito come cada 2 ó 3 horas como mucho. Eso implica que, o la mamá le da de comer en público, o esa mamá quedará recluida en su casa sin salir al menos 5 ó 6 meses. Una cárcel moderna. Una dura condena por haberse atrevido a tener un hijo hoy en día ¿no os parece?.
¿Tetas sí o tetas no, en qué quedamos?
Algo que me sorprende mucho es que se nos acusa de lo poco pudorosas que somos por sacar la teta para dar de comer al bebé en cualquier parte.
Y digo que me sorprende, porque en esta sociedad en la que vivimos molesta más una mamá dando el pecho discretamente en una esquina apartada que unas buenas mozas con sus modelitos que poco dejan a la imaginación paseándose por la calle o haciendo top-less en la playa.
Nos gustan los escotes, cuanto más abiertos mejor. Las transparencias, cuanto más insinuantes mejor. Los modelitos con poca tela y las licras ajustadas.
Pero ¡por Dios!, que esa mamá no se levante un poquito la camiseta y deje entrever una teta mientras le da de comer a su bebé en una esquinita de esa terraza ¡qué mal gusto! ¡qué desfachatez! ¡será guarra!.
Una opción personal y un esfuerzo grande
Dar lactancia materna es una opción muy personal de cada mamá. Debe ser ella quien decida cómo quiere alimentar a su hijo. Lo más natural es la lactancia, aunque, por suerte, hoy en día hay otras opciones.
Una vez que la mamá ha tomado una decisión, sea cual sea, todo el entorno debería respetarla. Y apoyarla.
Amamantar no es fácil en muchos casos. Os lo digo yo en primera persona, que he tenido que hacer un esfuerzo enooorme para conseguir sacarla adelante. Después de una lucha de muchos meses, de superar uno a uno cada uno de los problemas que se ponían delante, de sufrir mucho y superarme a mí misma como nunca antes lo había hecho, no pienses que voy a dejar de amamantar a mi peque porque a tí te parezca poco recatado. Poco me importa tu opinión en este caso (cuando está claro que no te hago daño de ninguna manera por estar amamantando).
Las salas de lactancia
Lo reconozco, son una fan de las salas de lactancia. No de todas, pero sí de unas cuantas que he tenido la suerte de probar. Allí el ambiente es tranquilo, está todo limpio, …¡da gusto!.
No siempre las he usado, pero siempre que me venía «de paso» sí. Porque allí está todo más tranquilo, y el bebé no se distrae tanto. El sillón es cómodo y el lugar bonito, con buena calefacción, etc. En estos casos, para mí, sí que merece la pena.
Peeeero, no hay salas de lactancia en todas partes. De hecho, en la mayoría de lugares en los que transcurre mi vida diaria no hay. Y hay veces que, aunque haya, por las circunstancias que sea, no son el mejor lugar.
No todas las salas de lactancia son iguales. Por ejemplo, la sala de lactancia de cierta marca sueca de muebles está junto con el cambiador, en donde hay un trasiego de gente increíble y huele a caca. No, no es el mejor sitio para dar de comer a mi bebé aunque hayan puesto carteles en toda la tienda anunciándola.
Y si estoy con unas amigas en una terraza no me voy a ir a la sala de lactancia cuando llegue el momento. Lo siento, mi bebé tiene derecho a comer allí donde yo esté. Cuando él dice que tiene hambre, la cosa urge. No es nada obsceno. Es algo natural, bonito, … No voy a exponerme en exceso, lo haré discretamente, pero tampoco me voy a esconder, principalmente, porque no tengo por qué hacerlo.
Si tienes que girar la vista hacia otro lado porque no te gusta verme dar de mamar, lo siento. A mí tampoco me gusta ver a la gente fumar en público y ya intento no ponerme a su lado ¡en este caso su humo me molesta más que a tí mi teta!. Es cuestión de respeto.
Dar el pecho no huele, no mancha, no afecta a la salud de la gente de alrededor… seguramente ni siquiera te enteres de que estoy amamantando al lado tuyo.
La razón de todo
¿Y por qué todas estas polémicas? ¿por qué si es algo natural, saludable y económico no está aceptado socialmente?.
Varias razones se me ocurren a voz de pronto:
Un porcentaje relativamente bajo de mujeres consiguen lactancia materna exclusiva los primeros meses. Hay poco apoyo, y, ante los problemas que surgen, la mayoría de las mamás desisten. No ver a mamás por la calle dando el pecho hace que la sociedad no esté acostumbrada a ello. Las pocas que se atreven hacen que en cierto modo se normalice un poco.
El poco apoyo en los centros sanitarios es determinante. Todos hablan de boquilla de lo buena que es la lactancia, pero, cuando surgen los problemas, la mamá se encuentra sola y sin especialistas a los que acudir. El biberón en más sencillo, da menos problemas….
Una ridícula confrontación de valores. Somos demasiado beatos como para ver la teta de una mamá dando el pecho en un restaurante, pero nos encanta ver buenas mozas luciendo palmito por la calle. Así somos.
Y para terminar aquí va mi lista personal de momentos memorables vividos este año:
- Cuando la enfermera del hospital me dijo que total, con las leches artificiales tan buenas que hacen hoy en día, mejor le damos biberón al bebé.
- Cuando mi ginecóloga me comentó que ella había dado a sus hijos leche artificial porque no tenía mucha leche y eso del pecho es muy sacrificado.
- Cuando el guardia de seguridad de ese centro comercial me indicó amablemente dónde estaba la sala de lactancia, aunque yo estaba apartada en un rincón sin molestar a nadie y la sala de lactancia estaba cerrada. Mientras había unos adolescentes haciendo el gamberro cerca a los que no les dijo nada ¡yo era la que molestaba allí!.
- Cuando mis amigos se horrorizaron de ver que daba lactancia a un niño de 5 meses ¡tan mayor y con teta aun!.
Bueno, casi que paro ya… que me estoy cabreando de escribir esto.
¡Feliz teta a todos los bebés!
Yo soy madre de dos niños, al primero le dí el pecho 4 meses y a la segunda biberón desde el nacimiento ( mala madre?).
Para mí fue muy muy duro eso de la lactancia, creo que debería contarse más sobre eso en la preparación al parto. En mi comunidad los hospitales públicos son muy Pro lactancia materna, también los pediatras, me sentí fatal cuando abandoné la lactancia con mi primer hijo, parecía la peor madre del mundo. El niño crecía tan bien… mientras yo me consumía literalmente fisica y animicamente.
Creo que no hay que juzgar, ser madres y padres es una tarea agotadora, y cada uno que se apañe como pueda. Lo importante es disfrutar del momento y no vivir en amargura. Esos niños merecen vernos felices!
Espero hablar pronto de todo esto en mi blog, de la lactancia… he probado las dos cosas. Tengo amigas muy afines a la lactancia materna y otras todo lo contrario. No creo que unas sean mejores madres que las otras. Son opciones, y cada cual elige la suya.
http://mykitschworld.blogspot.com.es/2014/08/maternity-experience.html
Tienes un premio en:
http://aventurasydesventurasdeunaprimeriza.blogspot.com.es/
HOla! Buscando como viajar con un esque en tren he llegado q tu blog, y acabo de leer este magnifico post! Doy pecho a mi hija de 28 meses, si si, has leído bien 2 años y 5 meses y lo que nos dure bienvenido sea. La gente me mira alucinada, le dicen a mi hija que ya es muy mayor para tomar teta, que eso es de bebes … Ufff lo que hay que aguantar. La lactancia nos satisface a las dos y no hacemosdaño a nadie, si yo respeto al que da un biberón ¿por qué no respetan que yo de pecho? Este mundo de locos … En fin … Enhorabuena por tu blog
Un abrazo!