Las dificultades para encontrar trabajo siendo mamá

Hace algún tiempo convencí a una amiga y tocaya mía para que abriera un blog que os recomiendo, se llama «Actividades para niños«.

Aunque es un blog en el que cuenta actividades para hacer con los pequeñajos y lleva muy poquito tiempo, una de sus primeras entradas habla de las ventajas de contratar a una mamá en cualquier empresa. Y me ha hecho pensar:

  • ¿Realmente encontramos problemas las mamás para encontrar trabajo?
  • ¿Supone un lastre en la entrevista de trabajo decir que tenemos hijos?
Por suerte, no he tenido que pasar por ninguna entrevista de trabajo desde que he sido mamá: sigo en la misma empresa, aunque ahora a media jornada, cobrando un sueldo ridículo y con algo de miedo a moverme de donde estoy. Mi situación personal me hace «agarrarme a lo que tengo» antes que salir a buscarme la vida, aunque posiblemente si me pusiera por mi cuenta las cosas resultarían más fáciles (y muy probablemente más rentables económicamente).

Ahora no podría buscar un trabajo que me exigiera jornadas interminables, ni que precisara mucha flexibilidad para viajar. Tampoco podría coger trabajos en según qué horarios, y necesito a toda costa tener flexibilidad a la hora de coger las vacaciones para poder cubrir las vacaciones de la guardería. Al menos uno de la pareja (mi marido o yo) necesitamos un trabajo más flexible.

En estos momentos estando encima embarazada, dudo muchísimo que cualquier empresa me contratara para cualquier trabajo con vistas a más de dos o tres meses.

En nuestro caso, mi marido y yo hemos estudiado lo mismo. Pero soy yo la que tengo un trabajo peor remunerado (con mucha diferencia además), la que decidió en su momento reducir la jornada (por poder mantener la lactancia entre otras cosas) y la que peor parada ha salido laboralmente por la maternidad.
La baja de maternidad es claramente insuficiente si quieres mantener una lactancia más o menos natural y no morir en el intento de sobrevivir en las noches en las que el peque se despierta cada dos horas (en nuestro caso duró más de un año esta maldita fase).

No me arrepiento de nada. De hecho, agradezco con todo mi corazón a mi marido que me haya apoyado en mi decisión de estar a media jornada, aunque eso conlleve medio mísero sueldo menos entrando en nuestra cuenta cada mes. Pero me hace pensar que, aun teniendo todo de mi parte, las madres siempre salimos peor paradas laboralmente.

Muchos pensaréis que una mujer que decide aparcar un poco el trabajo durante la crianza no es feminista o no defiende los derechos de la mujer. Yo creo que es más bien lo contrario: en mi caso particular necesitaba estar con mi hijo, mi naturaleza de mujer exigía pasar todas las horas posibles con mi churumbel. Y sí, esto ha hecho que pase menos horas trabajando y que frene el impulso de mi carrera, pero ya habrá tiempo para otras cosas más adelante: mi peque no va a volver a tener 2 años nunca más, y posiblemente, si este embarazo va bien, no vuelva a estar embarazada de nuevo. El entorno laboral no respeta mis derechos como madre todo lo que debería.

Tal vez sea la hora de cambiar el chip, y revindicar todas esas habilidades que tenemos y que hemos desarrollado gracias a esta experiencia de la maternidad.

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1 respuesta

  1. Layla dice:

    Yo estoy ahora de excedencia y sopesando si cambiar de trabajo, pero sé que me costará mucho más encontrar algo ahora que soy madre…

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