No sé si es porque ya veo la cercanía con este tercer trimestre de embarazo o qué, pero poco a poco me voy a haciendo a la idea ahora más en serio de la próxima llegada del bebé. Y me imagino cómo serán los primeros días, la parte bonita y la no tan bonita…
Además, con las clases sobre lactancia empiezo a entender un poquito más muchas situaciones a las que seguro que nos tenemos que enfrentar, y a las que tendremos que superponernos.
Tengo claro que quiero dar lactancia al peque, de forma exclusiva al menos hasta los 6 meses, y después ya el tiempo que ambos estemos a gusto (que espero que sean como poco 6 meses más). Estoy convencida la 100% de que es lo mejor para el bebé y de que va a ser lo mejor para mí. Todo son ventajas de la lactancia, y por eso estoy mentalizándome de ello para poder pelear con más fuerza cuando lleguen los problemas (que seguro que llegarán).
Y no me refiero solo a mastitis, grietas, dolores, … ni a encajes de horarios extraños o dependencia absoluta o menos tiempo para hacer lo que quiera. Me refiero también a la gente tóxica.
Gente tóxica que no ayuda en absoluto a favorecer el trabajo (a veces cuesta arriba) que supone la lactancia.
Entiendo que hay gente que prefiere el biberón. Es una opción totalmente respetable, y totalmente personal. El biberón tiene sus contras, pero también sus ventajas, y no se es mejor o peor madre por escoger cualquiera de ellas. Claro, el problema viene cuando escoges una opción y esa opción no la puedes llevar a cabo por culpa de factores externos.
No necesitamos que nadie haga la ola cuando damos el pecho, simplemente necesitamos que aquellos que no vayan a decir nada bueno se estén con la boca cerrada, sin decir nada al respecto. Que acepten la decisión de la mamá de querer dar el pecho aunque vengan las dificultades, y que la apoyen. Que no digan groserías ni propongan biberones sin conocimiento de causa.
Tengo un caso muy cercano de una amiga a la que, a los dos días de dar a luz tenía a su marido y a su suegra repitiendo constantemente «como no tienes leche el bebé llora», «es que claro, no tienes leche», «no sube la leche»… así todo el día. A ella la encontramos hecha un manojo de nervios. Y esos nervios se los transmitía la bebé, que no dejaba de llorar, y cuanto más lloraba, más le insistían en que era culpa de que no tenía leche. Al final ella se repetía la frase y la interiorizaba «claro, es culpa mía que llore porque no tengo leche». De estar tan sólo 10 minutos con ella oyendo esa cantinela de fondo, todos nos pusimos nerviosos y salimos asustados pensando lo que tenía que estar pasando la pobre. No había forma de calmar a ese papá y a esa suegra, ni razonamientos lógicos que les hicieran ver que como mejor podían contribuir era callándose y esperando tranquilamente a que subiera. Como podréis imaginar, la lactancia fracasó desde el primer momento, y al tercer día el bebé ya se alimentaba sólo de biberón. La mamá había decidido darle el pecho, pero no aguantó la presión. En medio de tanto estrés es imposible que se desarrollen los procesos naturales y suba.
Hay otros casos de gente que se mete en dilemas con la madre debatiendo acerca de la idoneidad de dar de mamar a su bebé «tan grande». Muchas veces, incluso antes de que cumplan un año ya tienen que hacer ese tipo de comentarios. ¿Quiénes son para meterse a opinar acerca de a qué edad deben o no deben mamar?
Tengo claro que los primeros días de la lactancia van a ser duros, muy duros. De momento tengo el ánimo y las ganas de luchar por conseguirla, sabiendo desde ya que no va a ser fácil y que se presentarán problemas que me hagan dudar por momentos de si vale la pena.
Espero poder detectar a esta gente tóxica (que seguro que aparece) para poder alejarme de ellos emocionalmente, o (si son personas cercanas como le pasaba a mi amiga) poder hacerles ver que no ayudan con esa actitud y que los necesito más que nunca a mi lado, no enfrentados a mí y con un biberón en la mano.
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[…] otras mujeres que hayan dado el pecho, y dejarse aconsejar. Hay que alejarse emocionalmente de esa gente tóxica que no ayuda, de esas amigas que te dicen lo típico de “yo le doy biberón y mira lo hermoso […]