Los calambres en el embarazo

Nunca antes de quedarme embarazada había tenido calambres. Pero ya se me ha pasado la suerte,… incluyo ya a mi lista de pequeños achaques a estos indeseables…

Llevo ya varias noches en las que no me libro. Si no se me sube el gemelo, lo hace el puente del pie, y sino el muslo. Y sino uno detrás de otro. Normalmente dan cuando más agustito estoy durmiendo, a eso de las 4 de la mañana.

Y me despierto con un dolor tremendo. Algunos días incluso medio gritando porque no puedo más, hecho por el cual casi le da un yuyu a mi marido el primer día que pasó pensando que me estaba poniendo de parto al oírme quejarme tanto.

El caso es que con el embarazo la circulación funciona peor, las hormonas revolucionan todo, se retienen más líquidos, el bebé presiona la pelvis haciendo más difícil la circulación… es decir, se dan unas circunstancias por las que estos calambres son muy comunes.

Cuando da un calambre dicen que lo mejor es intentar estirar el músculo. Pero no es tan fácil… duele y la pierna se me queda muy agarrotada. Luego, una vez que se pasa intento andar un poco para que se estire. Pero aun así, al día siguiente me levanto medio coja y sigo un día o dos dolorida.

Para evitarlos recomiendan:

  • Hacer ejercicio moderado para activar la circulación
  • Tomar alimentos ricos en magnesio y potasio: kiwis, plátanos, chocolate, verduras de hoja verde…
  • Beber bastante agua
  • Tomar lácteos y alimentos con vitamina E (frutos secos por ejemplo)
  • Acostarse sobre el lado izquierdo para que la circulación funcione mejor
  • Dar pequeños masajes en las piernas
  • Hacer estiramientos por la noche
  • Evitar estar sentada mucho tiempo

El hecho es que yo ya estaba haciendo todo esto que dice en la lista (salvo lo de no estar sentada mucho tiempo, que trabajando en oficina es inevitable), y nada, que me siguen dando…¿conocéis algún otro consejo para evitar los calambres?

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2 Respuestas

  1. Anónimo dice:

    A mi me dio un calambre en pleno parto. Terminé pujando con una pierna abierta y la otra estirada. Es LA anécdota!
    🙂
    Besos!!!

  2. Jo, no tenía ni idea de que te podían dar durante el parto. También ¡qué oportuno! ¿no? Jaja, la escenita sería impresionante.
    Un abrazo

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