¿Matrón o matrona?¿ginecólogo o ginecóloga?¿hombre o mujer?

Una de las cosas que más sorprende a nuestras amistades es que durante unos meses hemos tenido a un matrón hombre. Empezamos con una mujer, pero estuvo un tiempo de baja y nos pasaron a este otro. No sé por qué es, pero cuando ha salido el tema a todos les desconcertaba un poco y ponían caras raras «¿un matrón? qué raro, no?».

Además de eso, y aunque hasta ahora sólo había estado con ginecólogas mujeres, el embarazo me lo está llevando un ginecólogo.

Recuerdo que cuando fui a pedir cita con el gine a los pocos días de saber que estaba embarazada, la chica de la recepción me hizo la pregunta de rigor «¿te da igual que sea hombre?» Pues sí, la verdad es que me daba igual. Con que tenga el título de medicina me basta…

Con el matrón pasó lo mismo: «tu matrona está enferma, te podría pasar la cita con el matrón ¿te da igual ir con él o esperamos?».

La verdad es que no tengo queja ninguna con ellos. Es más, estoy super contenta de que me hayan llevado ellos lo que llevamos de embarazo. Creo que hemos tenido suerte. No tengo nada en contra con las ginecólogas o matronas con las que he estado, que me han tratado fenomenal también, aunque sí que he encontrado alguna diferencia. Es una muestra muy pequeña, pero esto es lo que les ha diferenciado en mi caso:

  • En general los hombres son algo más cuidadosos cuando «urgan» por ahí dentro. Ya me entendéis, jeje. Creo que no hace falta ser mujer para saber que es un lugar delicado y así hacer las cosas con calma. También me han explicado siempre antes de actuar: «te voy a hacer esto, relájate…» en vez de entrar a saco con el cacharro que sea sin avisar (como sí que han hecho ellas).
  • Ambos han sido super comprensivos con todo desde el principio, me han explicado todo con calma, me han examinado con delicadeza… Qué más da ser hombre o mujer, lo importante es ser empático. No es cuestión de sexos adivinar la cara de horror de una mujer cuando le explican las pruebas que le van a hacer o visualizar el miedo ante una situación desconocida y que te hace sentir frágil. Basta con tener humanidad y saber ponerse en el lugar del otro.
  • En estos casos, han sido siempre muy respetuosos, sabiendo esperar a que estuviera preparada. Creo que ellos saben que muchas mujeres van con tensión, y por eso siempre siempre corren las cortinas, ponen los biombos y esperan a entrar a que estés preparada y colocada. Las otras veces que me han atendido mujeres esto no lo han tenido en cuenta, y les daba igual que se abriera la puerta de la consulta y estuvieras medio desnuda, que no entendían que tal vez tuvieran que correr la cortina y conseguir un clima más discreto.
  • En este caso del embarazo, me ha gustado que ellos han intentado involucrar al papá. Con la matrona o la gine mujer él se sentaba y no hacía nada, esperar sin más. Ni siquiera le dejaban pasar a ver la eco rápida o a escuchar los latidos. Con estos dos hombres en cambio le han dado un pequeño papel: le han dado la foto de la eco a él, le han pedido que aguante tal cosa, que me ayudara a colocarme, le han soltado algún chiste o le han encomendado tareas para el día del parto… Casi todo el rato han estado conmigo y me han preguntado a mí, pero me parece importante dar un poquito de relevancia al papi también, que con tantas ganas me acompaña a todas las consultas y es parte imprescindible de este proceso.
  • A mí no me ha pasado (aun). Pero es frecuente escuchar a las madres recientes como una matrona borde les amargó el día del parto con frases como «todas hemos parido y no nos quejábamos tanto» o «yo parí sin epidural y tu encima que la llevas me vienes con esas» o cosas así. Entender que cada parto es diferente y que cada mujer es distinta y lleva el dolor de diferente forma no creo que sea tan difícil. Muchas veces el querer extender nuestras experiencias personales al resto de personas nos lleva a esto. En este sentido, como el matrón o gine hombre no han vivido en primera persona qué se siente no hacen estas deducciones, se centran en ayudarte y listo.

Creo que ellos saben que se lo tienen que currar mucho más para conseguir nuestra confianza, y por eso se esfuerzan mucho más en el trato. Las mujeres en sus puestos no necesitan demostrar nada a nadie y con ser ellas mismas les basta (en unos casos son mujeres super simpáticas y agradables, pero en otros son auténticas brujas). La simpatía de nuestro matrón hizo que confiáramos en él desde el primer momento, cosa que no hubiera conseguido probablemente sin ese esfuerzo extra que le puso en parecer tan cercano. A nuestra matrona, que es maja pero más seca, le costó alguna visita más llegar a ese punto de confianza con nosotros.

Ellos tienen un camino con algún obstáculo de más, sobre todo cuando se encuentran con gente más mayor o cerrada. Ya nos advirtió el matrón «tu abuela te dirá que no me hagas caso con esto, pero ….». Y nos pasó. Al decir que hacíamos esto o lo otro porque nos lo había recomendado el matrón los comentarios de mis tías y abuela no se hicieron esperar «¡y ese que sabrá si es hombre!. Yo que he criado 5 hijos te digo …». Pues será hombre, pero no me cabe la menor duda de que ha estudiado muchos años para estar ahí y está al tanto de todos los estudios que se publican.

También he tenido una mala experiencia con un gine hombre. El que nos hizo la eco de las 12 semanas. Más rancio y soso no se podía ser. Este no llegó a adivinar nuestra cara de horror mientras le preguntábamos si estaba bien después de ver su cara mientras miraba la eco, ni contestó a ninguna de nuestras preguntas… su trato con el paciente dejaba mucho mucho que desear.

En general, no creo que sea cuestión de ser hombre o mujer, sino de empatía y delicadeza. En mi parto y mis siguientes embarazos (si los hay) quiero encontrarme con personal médico empático, me da igual que sean hombres o mujeres, altos o bajos, guapos o feos, …  No es cuestión de sexos, es cuestión de profesionalidad.
¡Un hurra por esos hombres y mujeres que se esfuerzan en ser empáticos y profesionales en el campo de la ginecología!

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4 Respuestas

  1. Eva dice:

    Pues si, tienes toda la razón, a mi lo mismo me da que me da lo mismo, con que sea profesional por mi como si se ha hecho un cambio de sexo.

    Es más, sobretodo en el caso del matrón, creo que un hombre que se dedica a esto tiene que tener una vocación brutal porque no me quiero ni imaginar la de críticas y obstáculos que habrá tenido que superar por querer dedicarse a una "profesión de mujer", vamos que seguro que si ha llegado hasta ahí es porque esta implicadisimo.

    Yo tengo matrona y ginecólogo y ninguna queda de ninguno de los de los. No son la alegría de la huerta pero son muy profesionales, que es lo que importa.

  2. Anónimo dice:

    ¿Cómo que es igual? Yo no voy a un matrón ni a un gine hombre ni de coña. Para mi es muy importante mi dignidad como mujer. Mi sexo es mio y ningún hombre que yo no quiera tiene porque tocar, mirar ni nada. Estamos apañadas si le damos ese poder a los hombres voluntariamente.

  3. w.e.x. dice:

    ¿En serio? Pero, ¿qué estáis diciendo? Esa actitud desvergonzada puede incluso acabar con un matrimonio. Un matrón puede ser vocacional, pero puede que su vocación no sea precisamente la medicina. Preguntaos por qué ha elegido un hombre esa profesión. ¿No os da siquiera un poco de vergüenza que hurguen en vuestras intimidades? La salud es muy importante, pero no es incompatible con la dignidad y el honor.

  4. Sara dice:

    ¿Y si resulta que la matrona, esa mujer que por ser mujer es más apta para ti, es lesbiana? ¿Y si te toca y te mira con interés sexual? Piénsalo…

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